Estreno Original: Junio 5, 2014
Director: Daniel Vega, Diego Vega
Guión: Daniel Vega, Diego Vega
Reparto: Fernando Bacilio, Norka Ramirez, Lidia Rodriguez, Ernesto Raez, Augusto Varillas, Juan Luis Maldonado
El disfrutar de una comedia tiene que ver tanto de nuestro contexto cultural, que todos tenemos diferentes tipos de humor, así como con la comida. A algunos les gusta lo picante, a otros les gusta lo salado o lo dulce… también están aquellos que les gustan los sabores raros.
Cuando salió el primer avance de la segunda cinta de los hermanos Vega [1], me creó ciertas expectativas- algo nuevo considerando mi historia con el cine peruano. Ésta fue descrita como una «comedia negra» (en español) sobre un juez hecho y derecho a quien están intentando asesinar. La posibilidad de reírme a carcajadas era alta, adoro las comedias negras, pero eso conocido como la comedia «deadpan» no tiene mucha garantía conmigo.
El Mudo cuenta la historia del Juez Constantino Zegarra (Bacilio), un trabajador público con una muy estricta guía moral que no ha manipulado la ley o perdido su camino para acomodarse a la idiosincrasia peruana (o limeña). En realidad es tan bueno haciendo su trabajo que ha malogrado la cierta reputación que obtuvo gracias a las conexiones de su padre en el sistema, y -por supuesto- le ha amargado la vida a muchos en el camino.
Camino a casa, una bala lo manda al hospital con una traqueotomía que lo deja parcialmente mudo y completamente obsesionado con averiguar quién trató de matarlo.
Los hermanos Vega han logrado capturar la vida de una familia de clase media, quienes no nadaran en arcas llenas de dinero, pero tampoco viven estresados con las cuentas del día a día. Cuando Constantino es destituido y transferido, hay alguna que otra conversación sobre cómo ésto afectará a la familia, pero su mente nunca se nubla… su meta es clara- Constantino quiere encontrar al culpable de su desgracia, aún si eso significa utilizar métodos alternativos, por lo que la actuación de Bacilio ayuda mucho para darle un poco de gracia a esas bromas.
El guión navega una fina linea entre un drama ligero y una comedia, aunque los momentos cómicos son pocos y nunca llegan hacerte reír lo suficiente como para relajarte, le dan a El Mudo cierto sabor que no he visto en películas peruanas de los últimos 25 años. Los sentimientos explorados nunca llegan a los extremos, así como el clima local, y otras comedias «deadpan» hechas entre Europa y otros países latinos.
Las actuaciones son buenas, pero el mejor elemento de El Mudo es la cámara que muestra ese lado de Lima — con el viejo centro de Lima y sus alrededores — que sale muy poco en una pantalla que siempre oscila entre las afueras de la ciudad y el mundo de la clase élite. Los jueces corruptos que almuerzan juntos en un Chifa (esos locales chinos tan peruanos que solamente los encuentras aquí), policías de muy poca suerte (y muchas veces también corruptos) que piden dinero porque lo que les da el estado no es suficiente para vivir, y nuestra aceptación de esta manera de vivir que no siempre es la correcta- todo ésto es parte de nuestras vidas día a día, y ahora ha sido inmortalizada en la pantalla grande (sin exageraciones) para que todos las vean.
Aunque esperaba más de la cinta, me gustó más que Octubre.
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