No hay nada como ver compulsivamente un programa de trece episodios de 30 minutos (con unos venti-tantos minutos si tan sólo contamos los títulos y créditos finales). ¿Soy sólo yo o las comedias se prestan más al formato en lugar de semana a semana?
La espera semanal suele resultar larga, ¿no? ¿Sólo para mí?
Grace and Frankie le da el toque moderno a la vieja historia de la separación y el divorcio cuando en un almuerzo infernal en donde Grace (Jane Fonda) y Frankie (Lily Tomlin) creen que sus esposos anunciarán sus retiros del estudio de abogados en donde trabajan, Robert (el esposo de Grace, Martin Sheen) y Sol (el esposo de Frankie, Sam Waterston) les dicen que las están dejando por el amor que ellos sienten por ellos mismos. ¡Que días felices!
Viviendo una farsa de 20 años en su matrimonio de 40, el mundo de Grace y Frankie se derrumba mientras las vidas de sus futuros ex-maridos comienzan con la promesa del matrimonio, tan sólo encontrando consuelo en sus conflictivas personalidades– Fonda interpreta a una esposa tensa de alto mantenimiento que solía ser gerente de una compañía de productos de belleza que se quedó casada por su indiferencia, mientras que Tomlin es una esposa hippilina de consciencia ambiental y amante de la madre tierra que realmente amaba a su esposo. Su química e interacciones es perfectamente presentado en el primer episodio, The End (El Fin), durante el viaje espiritual de Frankie inducido por el peyote que ha ingerido y la aventura pastillera de Grace.
El programa está consciente de sí mismo, sabe que «el elemento gay» puede ser tomado como un truco novelero al presentar la actitud positiva a esta separación, aunque lo tratan rápidamente en el Ep.03 The Dinner (La Cena), cuando Robert y Sol invitan a sus hijos — los de Sol; Coyote (Ethan Embry) y Nwabudike (Baron Vaughn), y los de Robert; Mallory (Brooklyn Decker) y Brianna (June Diane Raphael) — para su primera incómoda cena familiar, llegando a su mejor momento en el Ep.05 The Fall (La Caída), cuando Grace finalmente se da cuenta de su (poco convencional pero) incondicional lazo con Frankie.
Lo que sorprende de Grace and Frankie es como se ha desarrollado más como un show liderado por un elenco, en lugar de uno liderado por dos actrices. Van a terminar eliminándose una a la otra en la categoría de Actriz Principal Comedia, o habrá problemas. Y aunque Fonda y Tomlin tienen créditos como productoras ejecutivas en la serie, reciben la misma paga que Sheen y Waterston [1]. Los escritores han logrado armar el lazo entre las parejas (Lily Tomlin te logra quebrar el corazón a veces) y sienta las bases para sus hijos, logrando mi pequeño momento emocional favorito en El.08 The Sex (El Sexo) cuando Brianna comparte un momento Zephyrentamental no esperado con su padre.
El final de temporada, The Vows (Los Votos), deja la mayoría de historias abiertas (aunque Grace y Brianna llegan a un camino nuevo) y lanza una bombita bastante grande que causará nuevos problemas para una futura temporada.
El show es bastante bien logrado, lo suficiente para tentar a mi madre reacia a la tecnología a comprarse un Smart TV.
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