Niño y El Mundo, El

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Título Original: O Menino e o Mundo
Estreno Original: Enero 17, 2014
Director: Alê Abreu
Guión: Alê Abreu
Reparto: Vinícius Garcia, Lu Horta, Marco Aurélio Campos

A veces veo la animación comercial americana con todos sus renders CGI lustrosos, y parece que han llegado al punto de sólo mejorar la calidad tecnológica con sus texturas y técnicas nuevas de iluminación. Todos se ven casi iguales sin ser lo mismo, con cierta similitud a la animación comercial japonesa. Sin embargo, la animación europea (especialmente de la industria francesa) está dejando su pequeña marca con estilos tan variados como el arte de Aya de Yopougon, The Rabbi’s Cat, Chico & Rita, Waltz with Bashir, The Secret of Kells o The Congress. Aunque a ésta le falta ese toque comercial masivo para atraer a las masa, parecen estar llenando un mercado que otras nuevas industrias animadas que se han aventurado no han acaparado con El Delfín: La Historia de un Soñador o Los Ilusionautas de Perú, Legend of a Rabbit de la China, o el hito argentino de Metegol.

Ahora llega Brasil, cuyas producciones animadas se han llevado el premio a Mejor Película en el Festival de Cine Animado Annecy de los últimos dos años con las cintas de Rio 2096: A Story of Love and Fury, y este año con El Niño y El Mundo de Abreu, que junto a Hasta que Sbornia nos Separe crean un distintivo estilo visual brasileño moderno.

El Niño y El Mundo sigue la vida de un Niño (Garcia), quien vive en un remoto pueblo con sus padres hasta que un día su Padre (Campos) se va para trabajar en la ciudad. Sintiendo su ausencia, el Niño deja su apacible vida junto a su Madre (Horta) en su búsqueda, solamente para descubrir un mundo lleno de personas y máquinas extrañas a través de sus ojos de múltiples colores y formas abstractas. Es visualmente maravilloso por momentos con sus dinámicas secuencias de coloridos estampados y patrones para mostrar una escena tan deprimente como lo es una plantación de algodón, o el misterioso diseño detrás de una piedra que esconde la memoria sonora de su Padre.

La cinta parece jugar con el fondo blanco, permitiéndole al Niño explorar sus alrededores minimalistas. Sin embargo, así como su universo se expande, también lo hacen los detalles de sus layouts- primero con un simple degradé gris que le da sentido de profundidad, que se convierte en una ciudad completa para el último arco, revelando que no hemos estado buscando al Padre, sino hemos perseguido su recuerdo. Es en realidad una linda historia que se pierde con la discusión de la modernización y la industrialización, temática con la que Sbornia logró utilizar de manera entretenida.

En general, El Niño y El Mundo es una cinta visual experimental — aunque cuente una historia bastante sencilla — que debería emocionar a los interesados en la animación por el sólo hecho de no verse como las típicas películas americanas o japonesas. Tiene su propia identidad, y debería ser incluida con bastante facilidad en la lista de Mejores Películas Animadas de los Premios de la Academia… aunque sepamos que solamente hay un puesto reservado para los proyectos no maintream como lo es éste.

Rating: ★★★½☆ 

Originalmente publicado en inglés.

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Una respuesta

  1. […] 14. El niño y el mundo (O Menino e o Mundo) Se viene con fuerza la animación brasileña. Aquí la reseña. […]

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